Poema publicado en la antología Al aire nuevo
compilada por Jesús Jiménez
Ediciones Desierto, México, 2001
Pesa en el pecho el polvo acumulado
sus hojas, besos, lluvia y sangre antigua;
supersticioso se resigna al aire
con cautos recuerdos y otras excusas.
Di ¿por qué negar lo que nos es propio,
si hemos nacido para un sol más limpio?
esta sonrisa húmeda aún de infancia,
tu cuerpo: paz y al tiempo compañía...
Mírame igual que se lee un poema
porque todo se inclina por los ojos,
quítale el filo a los porqués y cómos
y no se espinarán así las manos.
He tirado la voz por las esquinas,
el viento lleva la última palabra:
¿Hasta cuándo este silencio entre comas,
juntos siempre en nuestra propia distancia?
No hay comentarios:
Publicar un comentario