9.1.12

VELADA NOCTURNA EN CASA DEL CONDE DE OLMOS

Poema publicado en la antología
20 anys de poesia a la Universitat , Ed. Brosquil 2000 Valencia


   Olorescente el mar nos ronronea
igual como un sueño o un poema.
Flota cierta atmósfera decadente
en la promiscuidad de este boscaje
entre rosas, dondiegos y arrayanes.
La higuera en medio, maternal y oronda,
la palmera allá, al cielo fugitiva
parece alcanzar la límpida luna.
La noche abolece cualquier espejo
sólo es zumbido fúlgido de estrellas.
Una vela con pulmones de cera
en pocos parpadeos se apenumbra:
sudor, incienso, sombra esclarecida.
Aquietados los versos, las palabras
marchitas como ofrendas de jazmines.
Tanta belleza y tanta paz nos bastan.
Manuscribimos cómplices silencios.


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