26.6.12

POETICA

                     


Poema publicado en la antología
“Poesía al límite”   Ed. La buhardilla Valencia 2000


   La lengua subrayaba sus contornos,
veces los rasgaba con lujuria,
le arrancaba todos los adjetivos;
dejándolo en cueros o en carne viva.
Alargaba sus gritos como látigos
para domar su locura divina.
Lo hacía sudar en jóvenes verbos
hasta manchar la piel de fina tinta.
Medía el cuerpo sílaba por sílaba
y lo embutía en rígidos sonetos
o en otras estrofas encorsetadas.
Su sexo en un paréntesis de hierro.
Antes de poseerlo por completo
lo crucificaba en medio de la hoja
con sangrantes y oxítonos acentos;
o encadenándolo con largas rimas.
El verso accedía a sus caprichos
servilmente, tal como le enseñaron,
hasta que un día (no recuerdo) ya harto
de estos desmanes y otras vejaciones,
denunció al poeta por malos tratos
y al lector por conducta deshonesta.
El primero admitió todos los cargos,
cobardemente delató a su cómplice.
El lector fue sorprendido “in fraganti”
entregado a placeres solitarios.
cerró el libro y enchufó la tele




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