Poema publicado
en la revista universitaria Idem, Valencia 1995
Llamaste al diablo y aún no ha venido,
por eso has golpeado en mi puerta,
has abierto este libro aun sabiendo
que podía tratarse de una trampa.
Abrir libros es juego peligroso:
pero qué importa: el vino ya no es vino,
y el aire te resulta irrespirable…
No desesperes, yo también fui humano,
también sufrí porque amé lo sublime.
Yo fui el mejor poeta… y como premio
en estas páginas me sepultaron.
y aquí he dormido siglos sin memoria.
de mí han escrito historias truculentas.
pero tú ahora has venido a salvarme,
sin pedir nada a cambio. Amigo mío,
quiero recompensar tu valentía.
Te propongo que hagamos un viaje.
No tendrás que moverte de la cama.
Sólo escucha mi voz, cierra los ojos.
Conozco ciudades maravillosas
que nunca aparecieron en los mapas,
sé de un mundo perfecto y descansado
que se esconde tras espejos nunca rotos.
¡Toma mi corazón! Está agusanado,
pero te será fiel como las tumbas.
ven, bebe de mi sangre y te haré eterno.
la vida no es más que un vicio viejo
que la luna repite cada noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario