Poema firmado bajo el seudónimo de R. Mírez extraído del libro Versos que nunca te dije
y publicados en la revista Idem, Valencia 1995
Oigo el agua de la ducha,
voy corriendo hacia su cuarto.
me arrodillo ante su cama
como si fuera altar santo.
Y me imagino su cuerpo
envuelto en vívidos tactos:
Él suele dormir desnudo
en invierno y en verano.
Rastreo entre sus sábanas
arrugadas; palmo a palmo,
algún resto de la noche
algún rizo ensortijado…
La luna estaba escondida,
allí en un redondel blanco.
Mi nariz se hunde en sus aguas
secas y bebe sus nardos.
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