Poema perteneciente al libro Riad secreto
publicado en Brósquil Valencia 2008
La tarde es un dulce de membrillo que se come a lentas cucharadas en silencio. El sol se cuela por las últimas rendijas de verano. Aprovecho cada uno de estos últimos instantes: mañana mismo estaré de vuelta… Cómodamente sentado a la sombra de este riad, tacho palabras que ya no me sirven, versos que escribí y que ahora no entiendo. Añado comas al instante, corrijo al trasluz erratas, reviso su desgastada ortografía… Alineo los recuerdos como si fueran versos: la foto con Giorgios, las tardes en las termas, las noches en la jaima. Muchos recuerdos brillan como monedas falsas, algunos se oxidan como cuchillas de afeitar; mientras que otros, se pierden por el camino como botones mal cosidos…El sol se inclina, fatigado. Más allá busca el mar donde el poniente le espera como si fuera un amante. Cierro los ojos. Respiro los últimos colores de la tarde. Las gaviotas ponen en el aire puntos suspensivos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario