Poema
perteneciente al libro inédito Biblioteca del príncipe di Sangro
publicado en la revista La bolsa de pipas, número 102,
Mallorca, septiembre 2016
EVANGELIO APÓCRIFO DE SAN JUDAS TADEO
TRADUCIDO POR FRAY JERÓNIMO ESPINOSA
EN LA DOCTA CIUDAD DE SALAMANCA EN 1578
Las horas se alargan como humo de hoguera mientras en el cielo los
ángeles saltan sobre colchones de espuma. Las sombras son devoradas
por hormigas negras, mientras que los remordimientos agonizan en
cámaras blancas de tristeza. El mar como un gran ataúd de insomnios
y párpados, el cielo como un enjambre de voces a veces submarinas.
Las agónicas gotas del reloj o el monótono martirio del tiempo
presagian que la torre se inclinará sumisa ante la tierra en su
antigua nostalgia de catástrofe. Agotados los fuegos, perecerán las
salamandras. Las ruinas custodiadas por ortigas centinelas se
cubrirán con una capa de culpa en el jardín de senderos anónimos.
Morirán las campanas en un otoño oscuro y caerán las hojas de la
tristeza de orgullo desgarrado. Los últimos rescoldos de fuego como
una bandera roja que pregona tu ruina. El crepúsculo se arrojará
como un ángel al abismo sin alas, tácito y lúcido en su silencio
igual que una madreperla. La niebla te envolverá como un sudario de
olvido; tu grito se ahogará como una flor estéril. Las llaves de
plata se imantarán y así se abrirán las puertas de los sueños.
Caerá el telón y Dios no será más que un arcaísmo para explicar
la historia. Los reyes se exiliarán de sus reinos y los poetas
enmudecerán por sí mismos. Todos estos escombros ornamentales
medirán la abundancia de otra época en un simulacro de espumas,
según el discurso de plata de los cisnes sobre un ocaso de oro.
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