12.6.18

TABERNACULO DE VERSOS PROFANOS


Poema pertenenciente al libro Biblioteca del Príncipe di Sangro,
publicado en el libro Los seis dedos de una mano,
editado en Corona del Sur, Málaga 2018



TABERNÁCULO DE VERSOS PROFANOS
CON LICENCIA ECLESIASTICA,
DE SOR MARIANA ALCOFORADO
LISBOA, 1669

Leña que ahoga la llama
para dar más fuerza al fuego
Conde de Salinas


Delicado preludio en el ámbito de las copa. La luna hoy ha unido dos insomnios. Miro tu cuerpo como un largo río, tu lenguaje elegante de agua, y tus manos me arrastran a tu infierno. Los labios preguntan cuanto más se enredan. Caen las pestañas como un latido esclavizado o como una lluvia jubilosa de glicinas. Descifro su desnudez a tientas como si fueran una incógnita. Más allá de la aliteración de tu pecho se encuentra la metáfora de tu boca. Tus dedos como una diáspora de mariposas, élitros como párpados, asma de colibrí herido, salitre o talco de sirenas, dos vientos unidos como dos alas, hidalguía simple del agua y una sed blanca sin voces ni mapas. Mi boca bebe ávida un aroma de azucenas, un breve escalofrío, un ligero temblor como la muerte oblicua de las rosas. El tiempo se vuelve líquido y chorrea entre las sábanas. La saliva se petrifica en forma de palabras como furia de estambre y pistilos o como fuego de ánforas. Bendito sea tu cuerpo, jazmín joven, júbilo de vida, porque contiene todos los pecados con los que he soñado. Bendito sea tu nombre, aunque sea un enjambre de violines y violetas. Hay un pacto de silencio entre nuestras miradas. Las ventanas abren sus brazos al nuevo día. Despertamos.

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