Poema
perteneciente al libro inédito Biblioteca del príncipe di Sangro
publicado en la revista La bolsa de pipas, número 102,
Mallorca, septiembre 2016
ISLA DE MAPAS PERDIDOS
POR VINCENZO DELLA GIRANDOLLA
VENECIA 1743
Lloré mi juventud
y la flor caída
de mis pobres días
antes de tiempo
Conde
Leopardi
La lluvia penetra por todos los agujeros, y crece como un cáncer en
la concha. Los estertores del estío en los últimos días de
septiembre; el mar como un gran ataúd de insomnios y párpados, y
sus olas arrojando en la arena ramos de bálagos y holoturias. Viento
con yodo y la brisa con salitre. La mirada se puebla de cangrejos
venenosos cuando contempla en la playa los despojos de la juventud.
La memoria como un osario de ballenas suicidas; y cada recuerdo como
un mapa de ausencias en el que toda cicatriz es reminiscencia. Mis
ojos permanecen vendados con yeso, pero aun así puedo intuir esta
antigua marea que nos acecha. Una antigua profecía es ahora mi
tesoro. Tu perfume persiste aún en la almohada después de tanto
tiempo. Mi soledad está manchada por la culpa o el deseo. Te llamo,
humilde como una hache, pero el llanto se me ovilla en el cuello. Y
solo entonces, recubro tu piel imaginada de besos y algas. Te
recuerdo con la bruma del tiempo. Te recuerdo y llueve aún más en
los huecos que dejaste. Te recuerdo y entonces me pregunto cuánta
soledad cabe en un guante abandonado. Te recuerdo entre las brasas de
volcanes heridos y el humo de madera trémula; ahora que la nieve del
papel es la única que publica tus huellas. Pulo con aceite de
lapislázuli aquellos versos blancos y libres como las sábanas donde
nos amamos, o la plata calcinada de nuestros cuerpos. Hecho pedazos
la memoria, soy lo que me rodea como una isla o lo que vive en mis
adentros: soy un encantador de serpientes fracasado que interroga el
silencio con dóciles músicas o con ripios repetidos desde siglos
por ruiseñores persas.
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